
Intrusa
Me habita otra mujer.
Una extraña, una intrusa
que no alcanzo a entender.
Yo no puedo pedir
un aro de Saturno
para mi delgado puño
ni una cinta de agua
para amarrar tristezas.
En cambio,
sí puedo ofrecer
la excitante abertura
que centra mis labios.
Llovía
y la lluvia
era una colmena
derramándose en mi boca.
Las gotas
gráciles
flexibles
rodaban.
Morbosa y tímida
la sentí en mi piel
como furia de hombre
como vidrio cernido
como semen bendito.
Vacío
En las noches
de mis días,
maullando,
mendigo
un trocito de luna.
¿Y qué he conseguido?
Llovizna para amar
Caminar sólo es un hábito,
una costumbre que pasa a la historia.
Caminar por zonas prohibidas
dilatando pudores,
hablar sólo con las sombras
escuchando el silencio
que murmura tras las orejas
“hay mucho camino que inventar”
hace que se humedezca la noche
con llovizna para amar,
o tal vez,
para olvidar,
que eres caminante aprendiz
que estás muriendo temprano
y ya no tienes dignidad.
Lo que no saben los peces
es que yo canto bajo el agua;
ni siquiera imaginan
cómo resbalo entre algas
sin ser anfibio.
En Difícil hablar con las sombras. Poesía reunida.,Ediciones Exilio, 2014
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Clemencia Tariffa (1959 – 2009, Codazzi, Colombia). En 1987 publicó El ojo de la noche (Ed. UNAL). En 1994 obtuvo el Premio Latinoamericano de Poesía Koeyú (Caracas) y el Premio de Poesía del Instituto de Cultura del Cesar. Cuartel (Ediciones, Exilio, 2006) fue su segundo y último libro. Los últimos años de su vida estuvo recluida en una clínica mental de Santa Marta.